LOS PECES LUNA
El pez luna (nombre científico Mola mola) está distribuido en los mares y océanos templados y tropicales del mundo, como el océano Atlántico, océano Pacífico, océano Índico y nuestro mar Mediterráneo. Puede llegar a pesar 2.000 kilos y medir hasta 3 metros, aunque los que observamos en nuestra zona de buceo suelen ser mucho más pequeños. Es un pez dócil y amistoso.
Su piel gruesa, sin escamas, está cubierta por una capa de “mocos” y de diminutas espinas, parecido a un papel de lija. Su color puede variar en distintas tonalidades de gris, marrón y gris plateado y algunos de ellos pueden tener manchas blancas.
A este pez normalmente solitario le gusta “tomar” el sol en la superficie del mar para regular su temperatura después de nadar en aguas más frías y profundas (teoría aún en estado de estudio) y para dejar al descubierto sus aletas con el propósito de atraer pájaros, como gaviotas que le ayudan a liberarse de parásitos pegados a su piel. En ocasiones también realiza saltos sobre la superficie del mar con el mismo fin. Carece de vejiga natatoria pero tiene una capa de gelatina subcutánea que lo mantiene a flote en el agua (flotabilidad neutra).
Al parecer migra en verano y primavera a latitudes más altas para ir en busca de comida. Este es el momento para poderlos observar en nuestras costas, utilizando las zonas de limpieza. El vídeo que tenéis en este post está realizado en una de las zonas de limpieza que tenemos controlada.
Tiene pocos depredadores naturales, suele nadar sin preocupaciones. En nuestra zona de buceo frecuenta zonas de limpieza muy concretas, donde abundan las “llambregas" (Symphodus melanocercus), una especie de pequeño tordo. Este pez se dedica a limpiar parásitos pegados a la piel de otras especies. Un luna puede tener más de 50 especies de parásitos tanto en la piel como el interior de su cuerpo.
Este tordo llambrega al no ser un pez territorial (fuera de momento de apareamiento) lo podremos ver junto a varios individuos limpiando el mismo pez luna. En estas zonas de limpieza también abundan las “doncellas” (Coris julis), que colaboran junto a las “llambregas” para limpiar a los peces que se acercan. A los peces luna les encantan estas estaciones de limpieza, que utilizan muy habitualmente, incluso varias veces al día.
Si se siente amenazado suele salir nadando a toda velocidad, desplazándose hacía la profundidad (puede llegar a los 490 metros de profundidad), donde sus depredadores, que son pocos, no puedan alcanzarlo o crean que no vale la pena descender tantos metros para conseguir esta presa. A pesar de carecer de cola, utiliza sus aletas dorsales y anal modificada para su propulsión de gran alcance, lo que lo hace muy ágil.
Sus principales depredadores son las orcas, tiburones y leones marinos, y cuando son jóvenes también son cazados por el atún rojo y el dorado.
Aunque no hay mucha información acerca de la reproducción del pez luna, cuando desovan, son capaces de depositar 300 millones de huevos de 13 milímetros, lo que supone aumentar 60 millones de veces su tamaño original cuando alcanzan sus dimensiones de adultos. Cuando los huevos eclosionan, los alevines parecen unas pequeñas estrellas ninja, puesto que sus espinas son más pronunciadas con respecto al resto del cuerpo, y en poco se parecen a los adultos.