Especies destacadas que podemos observar durante un buceo en la Costa Brava

El pocos lugares de la Costa Brava se puede observar una biodiversidad tan increíble como durante un buceo en la playa de la Mar Menuda, posiblemente uno de los mejores buceos de la Costa Brava.

Todo buceador/a que visita por primera vez esta playa, queda asombrado/a por la cantidad de vida que hay en una salida de costa, es decir, sin tener que usar una embarcación. Partiendo de esta playa, se pueden realizar más de 8 rutas submarinas distintas. Es una zona inmensa que requiere de al menos 4/5 buceos para poder llegar a descubrir y hacerse una idea de todo lo que hay para ver. 

Este buceo de la Costa Brava es una delicia para los amantes de la vida marina, de los grandes bancos, de la vida macro como las gambitas periclímenes, de los caballitos de mar, … y de esto vamos a hablar en este post, de las especies que más destacamos durante un buceo en la playa de la Mar Menuda.

Si ya habéis buceado con nosotros habréis visto que realizamos un tipo de guiaje diferente a lo que habéis realizado hasta ahora. Todos nuestros guías usan una tablilla submarina en la que apuntan los nombres de las especies más destacadas o detalles que queremos que os fijéis durante el buceo. Este sistema es muy valorado por nuestros clientes y nos convierten en el único centro de buceo que apuesta por dar un valor añadido a las salidas con guía: ¡buceas y aprendes a la vez! No nos ha gustado nunca ir detrás de un guía sin ningún tipo de interacción, una salida con guía debe ser más que eso, y a nuestra forma de ver el buceo, debe ser una actividad en la que aprendamos y conozcamos más nuestro espectacular mar.

Nuestros guías trabajan lógicamente buscando especies especiales o muy singulares, pero hay 5 grupos de especies que son para nosotros de las más importantes, las que llamamos las imprescindibles y las que definen nuestra zona de buceo en la Costa Brava. Son las especies que hacen de la playa de la Mar Menuda un lugar diferente y hace que los buceadores queden asombrados por la cantidad y variedad de vida. 

Los espáridos (Sparidae):

Destacamos de este grupo de peces los que forman los famosos bancos de cientos de individuos de nuestros fondos, las mojarras. Son peces de unos 10-15cm de largo, de cuerpo gris y con dos franjas transversales de color negro muy características. No son muy asustadizos, están muy acostumbrados al paso de buceadores por su alrededor, pero aún así debemos respetar la formación de grupo, y rodear el banco y no “jugar a bolos con ellos”. Es una especie que siempre vive en la misma zona, y apenas realiza grandes desplazamientos, aunque en invierno, los grandes bancos de separan y crean bancos más pequeños que se establecen separados unos de los otros. 

Otra especie destacable de este grupo son los majestuosos sargos imperiales, con sus 4 rayas transversales marrones que cubren todo su cuerpo. No forman bancos muy grandes, suelen vivir en grupos familiares de 7/15 individuos. Los buceadores se fijan mucho en ellos por su gran tamaño. Durante el verano son fáciles de observar, pero en invierno migran a otras zonas más profundas y ya no podremos disfrutar de ellos. Son de los espáridos más complicados de acercarse, suelen huir con rapidez al observar un buceador. 

Y por último, otra especie son la Salema o Salpa, que se agrupan en bancos muy numerosos. Son peces plateados con rayas horizontales amarillas a lo largo de todo su cuerpo. Comen algas o incluso la planta más famosa y endémica del Mediterrñaneo, la Posidonia. Cuando se alejan del fondo, hacía la superficie, defecan… es una característica muy habitual ver defecaciones suspendidas en el agua, lo que significa que un banco de salpas ha pasado hace muy poco.

Los anguiliformes (Anguilliformes):

En este grupo encontramos dos grandes especies también muy representativas de un buceo en Tossa de Mar, como las morenas y los congrios.

Si a un buceador/a que ha venido a Tossa de Mar alguna vez le preguntas que es lo que más recuerda de este lugar, ¡sin duda serán las morenas! En muchos puntos de buceo de la Costa Brava no es una especie predominante, pero en cualquiera de las rutas submarinas que puedes realizar en la playa de la Mar Menuda, las morenas las vas a contar por decenas, y algunas de ellas ¡de gran tamaño!
Son una especie muy tranquila, que debería vivir en grietas o agujeros, sólo asomando parte de la cabeza y cuerpo. Decimos que debería, y esto lo anunciamos así por una curiosa variación de su comportamiento que hemos observado en los últimos años. Muchas de las morenas que podremos ver, no se esconden… ¡NO! descansan tranquilamente encima de una roca o en la arena sin esconderse, sin miedo, como si estuvieran tomando el sol… todo su cuerpo expuesto. Ignoramos el por qué de este cambio de comportamiento.

Aunque la cantidad de congrios de Tossa de Mar seguramente es de 1 por cada 10 morenas, es una especie también destacable, y en determinadas épocas del año, muy fácil de observar en agujeros. A diferencia de la morena, viven totalmente escondidos, esperando el anochecer, su gran momento para empezar a cazar y alimentarse. Su instinto de atacar a todo lo que aparezca delante suyo es totalmente opuesto al de una morena, que rehusará cualquier batalla, huyendo rápidamente. Al llegar a adultos de desplazan a mucha profundidad para aparearse, esto sucede cuando los machos llegan a los 5 años con una medida de 57 cm y las hembras al medir 2 metros y pasados aproximadamente unos 15 años.. Sólo se reproducen una vez en su vida, ya que después se descalcifican y mueren.

Los signátidos (Syngnathidae):

En este grupo encontramos los peces más deseados de observar, los caballitos de mar. Son peces muy diferentes a los demás, incluso a veces nos preguntan ¡si son peces!

En pocos lugares como en un buceo en Tossa de Mar puede ser tan habitual observarlos. Durante los meses de verano son más fáciles de observar, suelen acercarse a cotas menos profundas y sus desplazamientos son mínimos. Donde encuentras un individuo seguro que cerca hay su pareja, ya que empieza su momento de la reproducción.

Los Hippocampus guttulatus son uno de los caballitos de mar más bonitos del mundo, con su cresta al más estilo casco de guerra espartano.

Los podemos encontrar de color amarillo canario hasta de color negro, pasando por los marrones, verdes, … los caballitos de mar son una especie en peligro de extinción y es todo una fortuna poderlos disfrutar en nuestro tramo de la Costa Brava.

Los octópodos:

Los octópodos son lógicamente, los pulpos. Cuando viajamos a bucear, los pulpos son escasos, y cuando un guía observa uno, es como una fiesta… Durante un buceo en Tossa de Mar, encontrar pulpos es relativamente fácil. Se pueden observar durante todo el año, pero durante el verano es cuando es más habitual ver los grandes pulpos, ya que está a punto de suceder algo importante en su vida: el apareamiento. Pasados 40 días del apareamiento, las hembras ya no saldrán de su  escondite, que suele ser un agujero. Esta “madriguera” estará cubierta de pequeñas rocas, que les protegen de los ataques de depredadores, como por ejemplo, los dentones. Los huevos fertilizados (que pueden ser de 10.000 a 70.000) los sujeta al techo de su “casa” y batea el agua circundante para oxigenarlos y limpiarlos. 

Después de más de un mes, incluso a veces casi dos meses en el agujero escondida cuidando de los huevos, estos nacen, y pasan a una vida planctónica (viven flotando en el mar) que se prolonga hasta casi dos meses, cuando vuelven a vivir en el fondo. La mayoría de las veces, la hembra, muere tras la eclosión de los huevos. La longevidad  de un pulpo común o pulpo de roca se estima entre 12 y 18 meses.
A diferencia de las sepias o calamares, los pulpos si protegen los huevos hasta su eclosión.
Cada año disponemos de algunos escondites de madres pulpo que son fáciles de observar, sin molestarlas y donde podemos llegar a ver los huevos de color blanco radiante, incluso realizar un seguimiento hasta poder observar los mini-pulpos nacer.

Los serránidos (Serranidae):

En este grupo aparece un pez que no hace tantos años, casi estaba extinguido en nuestra zona de buceo, ¡el mero! La pesca submarina en mayor importancia y la pesca profesional los condenó hasta la desaparición total.
Pero desde hace unos años, ha vuelto a repoblarse de pequeños meros, que con el tiempo han llegado a ser, por fin, adultos.
No es una especie aún muy destacada en cantidad, pero si de vital importancia para el medio. Los depredadores como el mero son los encargados de equilibrar la vida marina, como pasa con los tiburones en aguas tropicales. Sin estos depredadores todo queda descompasado, y algunas especies crearan un sobre-población muy peligrosa. 

La coloración de un mero juvenil es verde, con manchas amarillas, creando un patrón que le ayuda al camuflaje. Cuando van creciendo, el color verde  cambia a un tono marrón más oscuro.
Los meros llegan a su madurez sexual a los 5 años, ¡de aquí su importancia de no pescarlos antes! Es entonces cuando se convierten en hembras, i después, pasados unos años más, de transforman en machos. Un mero puede llegar a vivir 50 años y pesar unos 50 kg…

Más después del buceo…

Al salir del buceo, ya en nuestras instalaciones, disponéis de un panel de 6 metros de largo por 1 metro de ancho, con fotos y nombres en catalán, castellano y el nombre científico de las 80 especies más habituales que podemos observar durante un buceo en Tossa de Mar (las fotos de este post son extraídas de nuestro panel). Es una super-guía de identificación que utilizamos muchísimo y que nos sirve para explicaros curiosidades de lo visto.