Este molusco opistobranquio, uno de los mayores de nuestras costas, y que puede llegar a medir de 30 a 40 centímetros. Durante el día se esconde en grietas o cuevas, aunque a veces simplemente duerme agarrada al suelo en cualquier lugar. Los meses que se pueden observar en mayor concentración van de septiembre a noviembre. En zonas profundas, cercanas a los 30 metros hemos observado que crea grandes cadenas (a veces con cadenas formadas por 10-15 individuos), actuando como macho con la liebre de delante suyo y como hembra con el de atrás.

De noche son más activas y se desplazan nadando en la masa de agua mediante un movimiento ondulante de su manto. Son el único nudibranqueo de nuestras costas que podemos ver desplazándose de esta forma. 

Se alimenta de algas verdes principalmente como Ulva lactuca y Enteromorpha spp.

Es espectacular fijarse en sus ojos, extremadamente diminutos en comparación con su cuerpo. 

Si se siente amenazada es capaz de expulsar un líquido de color violeta cuyo origen parece ser compuesto de las algas que ingiere pero que no es venenoso.